Ayer por la tarde comenzó en Madrid el IV Comité Confederal de UGT, que está desarrollándose en la sede del sindicato situada en la Avenida de América y en el que se van a analizar, entre otras cuestiones, la situación actual, el proceso de Diálogo Social, y la reforma de la Negociación Colectiva.

En declaraciones previas al inicio del Comité, el Secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha subrayado que el proceso de reforma de la Negociación Colectiva "está en una fase avanzada pero en el que aun existen nudos que hay que desatar".

"En estos momentos" ha explicado, "hay que desatar el nudo de la capacidad de adaptación de las empresas para mejorar la competitividad del empleo a través de la flexibilidad interna, una flexibilidad interna que tiene que estar regulada en convenio colectivo y dotada de instrumentos de protección de los trabajadores a través de las comisiones paritarias. También hay que desatar el nudo de la estructura salarial, en la que hay un alto consenso en que tienen que ser los sectores, tanto en ámbito estatal como autonómico quienes determinen la estructura, la vertebración, la articulación, la distribución de materias y potenciar el ámbito de empresa. Y luego, algo que es fundamental, que el convenio no pierda su capacidad de dar protección a los trabajadores al final de su vigencia. La pérdida de la denominada ultra-actividad, algo que para UGT sería inasumible porque es el punto central para despejar si va a haber o no va a haber acuerdo".

Ferrer ha señalado además que "junto con estos elementos hay que determinar la legitimidad de las partes para negociar, el papel de las comisiones paritarias, el papel de los servicios extrajudiciales en materia de intermediación y arbitraje, poner al día los convenios que llevan años sin renovarse y a la vez, estimular institucionalmente la Negociación Colectiva a través de la Comisión Consultiva de Convenios Colectivos".

"La voluntad de UGT es que haya acuerdo sí o sí. Es un acuerdo necesario que puede ser un buen instrumento para mejorar la situación de la economía y el empleo en nuestro país, pero es un acuerdo que aún tiene un recorrido para alcanzar la fase conclusiva". "Sin embargo", ha añadido, se trata de un proceso "fundamental, para preservar derechos, para que las relaciones colectivas de trabajo en nuestro país sean determinadas de manera equilibrada, de manera participativa y coparticipada entre empresarios y trabajadores".